El triángulo comercial funcionaba así:los comerciantes europeos navegaban hacia África y comerciaban con esclavos. Luego, los esclavos fueron transportados a América, donde fueron vendidos a los propietarios de plantaciones. Los propietarios de las plantaciones utilizaban a los esclavos para cultivar cultivos comerciales, como azúcar, tabaco y algodón. Estos cultivos comerciales luego se enviaban a Europa, donde se vendían para obtener ganancias.
El triángulo comercial era un negocio muy rentable. Los comerciantes europeos ganaron mucho dinero vendiendo esclavos y cultivos comerciales. Los propietarios de plantaciones en América también ganaron mucho dinero cultivando cultivos comerciales. Sin embargo, el triángulo comercial también fue muy perjudicial para las personas que participaron en él. Millones de africanos fueron esclavizados y transportados a América, donde fueron obligados a trabajar en condiciones terribles. Muchos africanos murieron durante el Pasaje Medio, el viaje de África a América.
El triángulo comercial también tuvo un impacto negativo en el medio ambiente. El cultivo de cultivos comerciales provocó la deforestación y la erosión del suelo. El uso de esclavos en las plantaciones también provocó abusos contra los derechos humanos.
En el siglo XIX, el triángulo comercial comenzó a decaer. Esto se debió en parte a la abolición de la esclavitud en Europa y América. También se debió al desarrollo de nuevas tecnologías, como la máquina de vapor, que permitió transportar mercancías de forma más rápida y económica.
El triángulo comercial tuvo un profundo impacto en el mundo. Condujo a la expansión de la cultura y las instituciones europeas a América y África. También condujo al desarrollo de nuevos sistemas económicos, como el capitalismo. El triángulo comercial es una parte compleja y controvertida de la historia, pero es una parte esencial para comprender cómo surgió el mundo moderno.