Antes de la guerra, la televisión era una tecnología relativamente nueva que aún se encontraba en sus primeras etapas de desarrollo. Sin embargo, el esfuerzo bélico estimuló el rápido avance de la tecnología de la televisión, ya que los militares utilizaron la televisión para diversos fines, como reconocimiento, entrenamiento y propaganda. Como resultado, al final de la guerra se produjo un aumento significativo en el número de televisores en uso, así como una rápida expansión en el número de estaciones de televisión y la cantidad de programación disponible.
En los años inmediatamente posteriores a la guerra, la televisión se convirtió rápidamente en una importante forma de entretenimiento y comunicación. Brindó a las personas una manera de mantenerse informadas sobre eventos actuales, aprender sobre nuevas ideas y tecnologías y entretenerse con una variedad de programas, desde noticias y deportes hasta comedia y drama. La televisión también jugó un papel importante en la popularización de nuevas formas de música, como el rock and roll, y en ayudar a crear un sentido de identidad nacional.
El final de la Segunda Guerra Mundial también vio el surgimiento de la televisión como un poderoso medio publicitario. A medida que la televisión se hizo cada vez más popular, las empresas rápidamente se dieron cuenta del potencial de la publicidad televisiva para llegar a una audiencia masiva. Esto condujo a un rápido aumento en la cantidad de publicidad en televisión y ayudó a hacer de la televisión una industria multimillonaria.
En las décadas transcurridas desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la televisión ha seguido evolucionando y ganando popularidad. Ahora es el medio de comunicación dominante en los Estados Unidos y lo utilizan personas de todas las edades y orígenes para mantenerse informados, entretenidos y conectados con el mundo que los rodea.