La agresión de Alemania: Las ambiciones territoriales y las acciones agresivas de Alemania, como la invasión de Polonia en 1939, impulsaron a otros países a tomar medidas para defenderse y mantener el equilibrio de poder en Europa.
Conflictos ideológicos: El conflicto entre las ideologías fascistas de Alemania, Italia y Japón, y los principios y valores democráticos de otras naciones contribuyó a la dimensión ideológica de la guerra.
Factores económicos: El control sobre los recursos y los intereses económicos también influyó. Por ejemplo, las potencias aliadas intentaron contrarrestar el dominio económico de Alemania y asegurar el acceso a materias primas vitales.
Imperios coloniales: Los intereses en competencia y las ambiciones coloniales de diferentes países agregaron otra capa de complejidad, arrastrando a más naciones al conflicto.
Alcance global: La Segunda Guerra Mundial no se limitó sólo a Europa. Las políticas expansionistas de Japón en la región de Asia y el Pacífico y la participación de Estados Unidos en respuesta crearon un teatro de guerra global.