El concepto de gueto cerrado fue desarrollado por primera vez por la República de Venecia en el siglo XVI. El gueto veneciano se estableció en 1516 y fue la primera vez que una comunidad judía se vio obligada a vivir en una zona segregada. Pronto siguieron otras ciudades de Italia, Alemania y Polonia.
La comunidad judía en un gueto cerrado normalmente estaba gobernada por un consejo de ancianos, que era responsable de mantener el orden y resolver las disputas. El consejo de ancianos a menudo era nombrado por el gobierno local y era responsable de recaudar impuestos y hacer cumplir las reglas del gueto.
La comunidad judía en un gueto cerrado era a menudo económicamente autosuficiente. Los judíos a menudo participaban en el comercio, la artesanía y el préstamo de dinero. A menudo también estaban segregados de la población circundante en términos de educación y atención sanitaria.
Los guetos cerrados eran a menudo escenario de violencia y persecución. Los judíos a menudo eran atacados por turbas de cristianos y a menudo se les culpaba de desastres naturales y epidemias. En el siglo XIX, el movimiento por la emancipación judía condujo a la abolición gradual de los guetos cerrados.