La 13ª Enmienda (1865) abolió la esclavitud. Dice:"Ni la esclavitud ni la servidumbre involuntaria, excepto como castigo por un delito por el cual la parte haya sido debidamente condenada, existirán dentro de los Estados Unidos o en cualquier lugar sujeto a su jurisdicción".
La 14ª Enmienda (1868) garantizó igual protección de la ley a todos los ciudadanos. Dice:"Ningún estado dictará ni hará cumplir ninguna ley que restrinja los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos; ni ningún estado privará a ninguna persona de la vida, la libertad o la propiedad, sin el debido proceso legal; ni negará a cualquier persona dentro de su jurisdicción la igual protección de las leyes."
La 15ª Enmienda (1870) prohibió la discriminación basada en la raza en la votación. Dice:"El derecho de los ciudadanos de los Estados Unidos a votar no será negado ni restringido por los Estados Unidos ni por ningún Estado por motivos de raza, color o condición previa de servidumbre".
Estas tres enmiendas fueron cruciales para establecer los derechos civiles de los afroamericanos en los Estados Unidos. Anularon la decisión de la Corte Suprema en Dred Scott contra Sandford (1857), que dictaminó que los afroamericanos no eran ciudadanos y no podían demandar ante un tribunal federal. También anularon los Códigos Negros, que eran leyes aprobadas por los estados del sur después de la Guerra Civil que restringían los derechos de los afroamericanos.
Las enmiendas 13, 14 y 15 fueron importantes victorias para los derechos civiles, pero no pusieron fin a la discriminación contra los afroamericanos. La segregación racial y otras formas de discriminación continuaron durante décadas después de la ratificación de estas enmiendas. Sin embargo, sentaron las bases para futuros movimientos de derechos civiles y, en última instancia, ayudaron a poner fin a la segregación y la discriminación.