Empleo
Las personas pobres que luchaban por encontrar empleo durante la Gran Depresión a menudo enfrentaron discriminación por parte de los empleadores. A menudo eran los últimos en ser contratados y los primeros en ser despedidos, con frecuencia recibían salarios más bajos y se les asignaban las tareas más peligrosas y físicamente exigentes.
Vivienda
Los pobres a menudo vivían en viviendas hacinadas, insalubres e inseguras. A menudo se vieron obligados a vivir en zonas con viviendas de baja calidad y servicios públicos inadecuados, como saneamiento y atención sanitaria.
Cuidado de la salud
Los pobres tuvieron un acceso limitado a la atención médica durante la Gran Depresión. Muchos no podían permitirse el lujo de acudir a médicos u hospitales y, a menudo, dependían de clínicas gratuitas o de bajo coste.
Además de estos desafíos económicos, los pobres también estaban sujetos a prejuicios y estigmas por parte del resto de la sociedad. A menudo se les culpaba de sus circunstancias y la sociedad los consideraba vagos, holgazanes y moralmente deficientes.
El trato dado a los pobres durante la Gran Depresión fue un fracaso significativo de la sociedad. Causó un sufrimiento generalizado y contribuyó a la inestabilidad económica y social que caracterizó el período.