1. Desequilibrio de poder: Próspero tiene poder absoluto sobre la isla y sus habitantes, creando una relación jerárquica similar a la de un colonizador y un pueblo colonizado.
2. Posesión y Control: Próspero se considera el legítimo gobernante y propietario de la isla, a pesar de que la adquirió por medios cuestionables. Esto refleja la adquisición y reclamación de tierras y recursos por parte de las potencias coloniales.
3. Dominio de los Pueblos Indígenas: Prospero ejerce dominio sobre los habitantes originales de la isla, los Caliban, confinando y controlando sus acciones. Es paralelo a la subyugación de los pueblos indígenas bajo el dominio colonial.
4. Uso de mano de obra esclavizada: Próspero emplea el servicio de Ariel, un espíritu al que esclaviza y controla mediante medios mágicos. Esto ilustra la explotación y el trabajo forzoso que enfrentaron los indígenas durante el colonialismo.
5. Imposición cultural: Próspero impone sus normas y valores culturales europeos en la isla, ignorando y socavando la cultura nativa. Puede verse como una analogía de la imposición cultural durante el colonialismo.
6. Manipulación y engaño: Próspero utiliza la manipulación y el engaño para mantener su control sobre la isla y sus habitantes, lo que refleja el uso de diversas estrategias por parte de las potencias coloniales para mantener el poder.
7. Mentalidad colonial: Próspero mantiene una actitud superior hacia la isla y sus habitantes, viéndolos como inferiores y menos civilizados, una mentalidad compartida por muchas potencias coloniales durante sus expediciones.