1. Derechos de voto: Las mujeres habían logrado el derecho al voto en 1920 con la ratificación de la 19ª Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos. Sin embargo, las tácticas de supresión de votantes, particularmente en el Sur, continuaron limitando la capacidad de muchas mujeres, especialmente las de color, de ejercer su derecho al voto.
2. Empleo: La Gran Depresión, que comenzó en 1929, afectó desproporcionadamente a las trabajadoras. Muchas mujeres perdieron sus empleos y las que permanecieron empleadas a menudo enfrentaron salarios más bajos y oportunidades limitadas. Sin embargo, algunas industrias experimentaron un aumento de trabajadoras, como en ocupaciones de oficina y servicios.
3. Derechos Laborales: Las trabajadoras comenzaron a organizarse y luchar por mejores condiciones laborales e igualdad salarial. La Ley Nacional de Relaciones Laborales de 1935, que protegía los derechos de los trabajadores a organizar sindicatos y negociar colectivamente, incluía a las trabajadoras. Sin embargo, las mujeres enfrentaron desafíos en puestos de liderazgo sindical y a menudo lucharon por lograr igual salario por igual trabajo.
4. Oportunidades económicas: Las oportunidades económicas de las mujeres todavía eran limitadas en comparación con las de los hombres. Era menos probable que ocuparan puestos profesionales o directivos y, a menudo, se concentraban en ocupaciones mal remuneradas. La discriminación en la contratación, la remuneración y los ascensos era generalizada.
5. Educación: Las mujeres lograron avances significativos en la educación durante la década de 1930. El número de mujeres que asistían a colegios y universidades aumentó y las mujeres comenzaron a obtener títulos superiores en campos como el derecho y la medicina. Sin embargo, los estereotipos y la discriminación basados en el género siguieron limitando las oportunidades educativas y las opciones profesionales de las mujeres.
6. Actitudes sociales y culturales: Los roles y normas de género tradicionales persistieron durante la década de 1930. A menudo se consideraba a las mujeres principalmente como esposas y madres, responsables de las tareas domésticas y de la crianza de los hijos. El ideal de "esferas separadas" para hombres y mujeres todavía prevalecía, lo que limitaba la participación de las mujeres en la vida pública y la toma de decisiones.
7. Derechos reproductivos: El acceso de las mujeres a los métodos anticonceptivos y a la atención de salud reproductiva siguió siendo limitado durante este período. El control de la natalidad era ilegal en algunos estados, e incluso cuando era legal, no era ampliamente accesible ni asequible para muchas mujeres. El aborto estaba muy restringido y a menudo se consideraba ilegal.
8. Derechos legales: Las mujeres se enfrentaban a diversas desigualdades jurídicas. Tenían menos derechos en el matrimonio y el divorcio, y sus derechos de propiedad a menudo estaban subordinados a los de sus maridos. En muchos casos, la situación jurídica de las mujeres estaba determinada por su estado civil, lo que limitaba su independencia y autonomía.
A pesar de los desafíos y limitaciones, la década de 1930 marcó un período de progreso y activismo por los derechos de las mujeres. Las organizaciones y movimientos de mujeres, como el Partido Nacional de la Mujer y la Liga Nacional de Consumidores, desempeñaron un papel vital en la defensa de los derechos de la mujer y el trabajo por una mayor igualdad y oportunidades para las mujeres en la sociedad estadounidense.