- Choque cultural: Adaptarse a una nueva cultura y forma de vida puede resultar desorientador y estresante.
- Barreras del idioma: Muchos iraquíes no hablan inglés, lo que puede dificultar la comunicación y el acceso a los servicios.
- Discriminación laboral: Los iraquíes a menudo enfrentan discriminación en el empleo, lo que dificulta encontrar empleos que paguen un salario digno.
- Discriminación en materia de vivienda: Los iraquíes también pueden sufrir discriminación en materia de vivienda, lo que dificulta encontrar una vivienda segura y asequible.
- Aislamiento social: El pueblo iraquí también puede sentirse socialmente aislado debido a las barreras lingüísticas y las diferencias culturales.
- Falta de acceso a los servicios: Los iraquíes también pueden tener dificultades para acceder a servicios como la atención sanitaria, la educación y la atención de salud mental.
A pesar de estos desafíos, muchos iraquíes pueden reasentarse exitosamente en los Estados Unidos. Aprenden inglés, encuentran trabajo y construyen nuevas vidas para ellos y sus familias. También contribuyen a la sociedad estadounidense de muchas maneras, incluso a través de su diversidad cultural, su espíritu emprendedor y su compromiso con el trabajo duro.