Experiencias personales: Brown creció en un hogar religioso y estuvo expuesto al movimiento abolicionista desde una edad temprana. Quedó profundamente afectado por las historias del trato brutal a personas esclavizadas y sintió un llamado personal a luchar contra la esclavitud.
Creencia en la igualdad: Brown creía que todos los seres humanos fueron creados iguales y que la esclavitud violaba este principio fundamental. Vio la abolición de la esclavitud como un imperativo moral y estuvo dispuesto a arriesgar su propia vida para lograrlo.
Influencia de los líderes abolicionistas: Brown se inspiró en los escritos y discursos de destacados abolicionistas como William Lloyd Garrison, Frederick Douglass y Wendell Phillips. Asistió a reuniones y eventos abolicionistas, que reforzaron su compromiso con la causa.
Intentos políticos fallidos: Brown había intentado anteriormente lograr un cambio político a través de medios convencionales, como postularse para cargos públicos y abogar por una legislación contra la esclavitud. Sin embargo, se sintió frustrado por el lento ritmo del progreso y la falta de voluntad política para abordar la cuestión de la esclavitud. Esto puede haberlo motivado aún más a tomar medidas más radicales.
Creencias religiosas: Las convicciones religiosas de Brown jugaron un papel importante en su dedicación al movimiento abolicionista. Vio la lucha contra la esclavitud como un deber religioso y creía que estaba divinamente llamado a desafiar y derrocar el sistema de esclavitud.
Estos factores, combinados con los rasgos personales de Brown, como su coraje, determinación y voluntad de asumir riesgos, lo llevaron a dedicar su vida a la abolición de la esclavitud.