Las estimaciones sugieren que aproximadamente entre 100.000 y 150.000 esclavos lograron escapar durante este período. La gran mayoría de estas fugas ocurrieron después de 1850, tras la aprobación de la Ley de Esclavos Fugitivos, que aumentó aún más las tensiones entre el Norte y el Sur y condujo a un aumento tanto de la motivación como de la asistencia a los esclavos para huir hacia la libertad.
Es importante tener en cuenta que estas estimaciones pueden variar según los criterios utilizados para definir una "fuga". Algunas fuentes incluyen sólo a los esclavos que alcanzaron con éxito estados o territorios libres, mientras que otras también cuentan a los esclavos que fueron detenidos y devueltos a la esclavitud o que murieron durante sus intentos de escapar.
No obstante, se reconoce ampliamente que el número de esclavos que escaparon a la libertad durante las décadas de 1830 y 1840 jugó un papel importante en la lucha más amplia contra la esclavitud y contribuyó al creciente impulso hacia el movimiento abolicionista.