También conocida como Ley Johnson-Reed, fue una legislación histórica que restringió severamente la inmigración a los Estados Unidos. Estableció cuotas para cada país en función de su origen nacional, favoreciendo efectivamente a los inmigrantes del norte y oeste de Europa, al tiempo que redujo significativamente el número de inmigrantes permitidos del sur y este de Europa, así como de Asia. Esta ley reflejaba los sentimientos nativistas y antiinmigrantes predominantes en la época.