1. Clima severo:Los peregrinos llegaron a América durante los duros meses de invierno, que eran particularmente difíciles de soportar sin refugio y recursos adecuados. Se enfrentaron a temperaturas gélidas, fuertes nevadas y fuertes vientos, que provocaron enfermedades y muerte entre el grupo.
2. Falta de alimentos y suministros:Los peregrinos llegaron con suministros limitados de alimentos y no estaban bien preparados para los desafíos de sobrevivir en un entorno nuevo y desconocido. Tuvieron que depender de la ayuda de las tribus nativas americanas locales, como los Wampanoag, quienes les enseñaron a cultivar maíz, pescar y cazar.
3. Vivienda deficiente:Los peregrinos inicialmente vivían en barrios estrechos e insalubres conocidos como la "Casa Común", lo que era una fuente de hacinamiento y enfermedades. Les llevó algún tiempo construir viviendas más adecuadas y permanentes.
4. Enfermedades y dolencias:Los peregrinos no eran inmunes a las enfermedades prevalentes en la región, y muchos enfermaron de enfermedades como el escorbuto, la viruela y el tifus. La falta de atención médica adecuada y de conocimientos sobre estas enfermedades contribuyó a la alta tasa de mortalidad entre los primeros colonos.
5. Conflicto con los nativos americanos:Si bien los peregrinos inicialmente tuvieron una relación positiva con la tribu local Wampanoag, surgieron tensiones debido a malentendidos culturales, competencia por recursos y disputas sobre la propiedad de la tierra. Esto provocó conflictos y enfrentamientos, incluida la infame Guerra Pequot en 1637.
6. Libertad religiosa:una de las principales razones por las que los peregrinos vinieron a Estados Unidos fue buscar libertad religiosa. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que la tolerancia religiosa no estaba tan extendida como esperaban y tuvieron que lidiar con persecución religiosa y desacuerdos dentro de su propia comunidad.
A pesar de estos desafíos, los peregrinos perseveraron y establecieron una colonia permanente en Plymouth, Massachusetts. Aprendieron de sus errores y se adaptaron a su nuevo entorno, contribuyendo finalmente al crecimiento y la prosperidad de las colonias americanas.