Los colonos llegaron al Nuevo Mundo durante los meses de invierno, enfrentando un frío intenso y un clima severo. El intenso frío, sumado a las malas viviendas y la falta de alojamiento adecuado, provocaron enfermedades y muertes generalizadas.
2. Falta de alimentos y suministros:
Los peregrinos no estaban preparados adecuadamente para los desafíos del Nuevo Mundo. Sus suministros iniciales fueron limitados y tuvieron dificultades para cultivar debido a un suelo y un clima desconocidos. El hambre y la desnutrición fueron causas importantes de muerte durante el primer invierno.
3. Mala salud y saneamiento:
Los colonos carecían de conocimientos sobre prácticas adecuadas de higiene y saneamiento, lo que provocó brotes de enfermedades. El escorbuto, una enfermedad causada por la deficiencia de vitamina C, era frecuente, ya que tenían poco acceso a frutas y verduras frescas durante el primer invierno. El sarampión y otras enfermedades infecciosas también se cobraron numerosas vidas.
4. Conflicto con los nativos americanos:
Las relaciones de los colonos con las tribus nativas americanas locales fueron tensas debido a malentendidos y competencia por los recursos. Estallaron hostilidades, que dieron lugar a conflictos y ataques, que agravaron aún más las dificultades que enfrentaba la colonia.
5. Falta de experiencia:
La mayoría de los colonos no eran agricultores capacitados ni tenían experiencia en la supervivencia en la naturaleza. Tenían un conocimiento limitado de la flora y la fauna nativas y, a menudo, luchaban por adaptarse a los desafíos del entorno del Nuevo Mundo.
6. Población pequeña:
La colonia de Plymouth comenzó con un pequeño grupo de personas, lo que las hacía vulnerables a diversas dificultades y desafíos. Un solo brote significativo de enfermedad o cualquier otra calamidad podría tener efectos devastadores en la supervivencia de la colonia.