Las leyes Jim Crow variaban de un estado a otro, pero generalmente incluían la segregación de instalaciones públicas como escuelas, transporte y baños, así como restricciones al voto, el empleo y la vivienda. Estas leyes fueron aplicadas tanto por el gobierno como por particulares, y crearon un sistema de segregación racial que duró casi un siglo.
Las leyes Jim Crow fueron cuestionadas por activistas de derechos civiles a lo largo del siglo XX y finalmente fueron revocadas por la Ley de Derechos Civiles de 1964 y la Ley de Derechos Electorales de 1965. Sin embargo, el legado de las leyes Jim Crow todavía se puede ver en la desigualdades y disparidades raciales que persisten hoy en los Estados Unidos.