Las consecuencias de la decisión de Dred Scott para los esclavos fueron devastadoras. El fallo despojó efectivamente a las personas esclavizadas de todos los derechos y protecciones legales, lo que facilitó que los dueños de esclavos los maltrataran y abusaran de ellos. También animó a los estados del sur a aprobar nuevas leyes que restringían los derechos de los negros libres, incluidas leyes que les prohibían poseer propiedades, votar y asistir a la escuela.
La decisión de Dred Scott también tuvo un impacto importante en el movimiento abolicionista. El fallo galvanizó a los abolicionistas y dejó en claro que la única manera de poner fin a la esclavitud era a través de la acción política. En los años siguientes, los abolicionistas trabajaron incansablemente para elegir candidatos antiesclavitud para el Congreso y conseguir apoyo para una enmienda constitucional que aboliría la esclavitud.
En 1865 se ratificó la Decimotercera Enmienda a la Constitución, que finalmente abolió la esclavitud en Estados Unidos. Sin embargo, la decisión de Dred Scott tuvo un impacto duradero en las vidas de los afroamericanos. El fallo hizo retroceder la causa de los derechos civiles durante décadas, y sus efectos aún se pueden sentir hoy.