1. Políticos del Sur: Muchos políticos de los estados del sur creían que el gobierno federal estaba infringiendo los derechos de sus estados y la institución de la esclavitud. Abogaron por la secesión como una forma de proteger sus intereses y mantener su forma de vida.
2. Propietarios de esclavos: Los propietarios de plantaciones y propietarios de esclavos en los estados del sur vieron la secesión como una forma de preservar la institución de la esclavitud. Temían que el creciente sentimiento antiesclavista en el Norte eventualmente condujera a la abolición de la esclavitud, lo que amenazaría su estatus económico y social.
3. Defensores de los derechos de los Estados: Algunos sureños creían que el gobierno federal se había excedido en su autoridad constitucional al interferir en los asuntos estatales. Argumentaron que los estados tenían derecho a decidir sus propios asuntos internos, incluida la cuestión de la esclavitud.
4. Sentimientos nativistas y antiinmigrantes: Muchos sureños tenían opiniones nativistas y antiinmigrantes, temiendo la creciente influencia de los inmigrantes de Europa y el Norte. Creían que la secesión les permitiría controlar la inmigración y proteger sus tradiciones culturales y sociales.
Es importante señalar que no todos los sureños apoyaron la secesión. Había facciones unionistas en los estados del sur que permanecieron leales a Estados Unidos y se opusieron al movimiento secesionista.