Durante la Revolución Americana, las trece colonias de América del Norte se rebelaron contra el dominio británico. El descontento había estado latente durante muchos años debido a diversos agravios, como los impuestos sin representación, el aumento de las restricciones al comercio y la imposición de la Ley del Timbre. La rebelión se materializó en un conflicto armado después de los conflictos en Lexington y Concord en 1775.
Proclamación de 1763:
La Proclamación de 1763 fue un documento emitido por el rey Jorge III tras la victoria británica en la Guerra de los Siete Años. Su objetivo era establecer el orden en los territorios británicos recién adquiridos en América del Norte y regular las relaciones con las tribus nativas americanas. La proclamación estableció un límite que limitaba las colonias británicas a los Montes Apalaches, con el objetivo de evitar conflictos con los nativos americanos. También pretendía regular el comercio de bienes con los nativos americanos, exigiendo que los comerciantes obtuvieran una licencia. La Proclamación de 1763 provocó el descontento entre los colonos estadounidenses que ansiaban más tierras para expandirse.