La decisión de Santa Anna de dividir su ejército en dos fue un gran error que debilitó sus fuerzas y las hizo más vulnerables a los ataques. Si hubiera mantenido sus fuerzas unidas, habría tenido más posibilidades de derrotar a los tejanos.
2. Exceso de confianza:
Santa Anna confiaba demasiado en sus habilidades y subestimó la fuerza y la resistencia del ejército de Texas. Este exceso de confianza lo llevó a tomar varias malas decisiones, incluida no explorar adecuadamente el área y subestimar la importancia de los suministros.
3. No tomar en serio a los tejanos:
Santa Anna inicialmente desestimó al ejército de Texas como un grupo heterogéneo de rebeldes y no los tomó en serio como una amenaza. Esta subestimación de las capacidades de los texanos les permitió obtener una ventaja y finalmente derrotar a las fuerzas mexicanas.
4. Mala estrategia:
La estrategia militar de Santa Anna fue defectuosa y no logró adaptar sus tácticas a las circunstancias cambiantes en el campo de batalla. Tampoco pudo anticipar los movimientos de los tejanos y no pudo contrarrestar eficazmente sus ataques.
5. Falta de disciplina y organización:
El ejército mexicano bajo el mando de Santa Anna estaba poco disciplinado y desorganizado, lo que dificultaba la coordinación y ejecución efectiva de maniobras militares. Esta falta de disciplina y organización contribuyó a su derrota a manos de los Texans.
6. Falta de comunicación y falta de coordinación:
Hubo mala comunicación y coordinación entre las diferentes unidades del ejército mexicano, lo que generó confusión y desorganización en el campo de batalla. Esto dificultó que el ejército mexicano montara una defensa eficaz contra los ataques de Texas.
7. No asegurar eficazmente El Álamo:
La decisión de Santa Anna de no rodear completamente El Álamo y, en cambio, dejar una parte de sus fuerzas fuera del fuerte permitió a los texanos recibir refuerzos y suministros, lo que finalmente contribuyó a su victoria.