El principal destino de las exportaciones de bienes de las colonias británicas era la propia Gran Bretaña. Las colonias sirvieron como una valiosa fuente de materias primas y productos agrícolas para la economía británica, que utilizó estos recursos para impulsar su propia revolución industrial y expandir su red comercial global.
Europa
Muchas colonias británicas también comerciaban con países europeos, particularmente con aquellos ubicados en el continente. Estas colonias exportaron una variedad de productos a los mercados europeos, incluidos azúcar, tabaco, algodón y otros productos agrícolas, así como algunos productos manufacturados.
Otras colonias y socios comerciales
Además de Gran Bretaña y Europa, algunas colonias británicas también establecieron relaciones comerciales con otras colonias de América y con países de Asia y África. Estas redes comerciales permitieron a las colonias diversificar sus economías y acceder a una gama más amplia de bienes y mercados.