- Discriminación: Los soldados afroamericanos a menudo eran discriminados por sus homólogos blancos, quienes resentían su presencia en el ejército y se negaban a tratarlos como iguales. Esta discriminación iba desde el abuso verbal y el aislamiento social hasta la agresión física e incluso el linchamiento.
- Segregación: Los soldados afroamericanos estaban segregados de los soldados blancos en la mayoría de los aspectos de la vida militar, incluidos el alojamiento, la comida y la recreación. Esta segregación no sólo les impidió participar plenamente en la comunidad militar, sino que también reforzó la idea de que eran inferiores a los blancos.
- Falta de oportunidades: A los soldados afroamericanos a menudo se les asignaban las tareas más peligrosas y menos deseables, y tenían menos probabilidades de ser ascendidos que los soldados blancos. Esta falta de oportunidades dificultó que los soldados afroamericanos avanzaran en sus carreras y alcanzaran su máximo potencial.
- Racismo en el sistema de justicia militar: Los soldados afroamericanos tenían más probabilidades de ser arrestados y castigados por los mismos delitos que los soldados blancos. También tenían más probabilidades de recibir sentencias más severas, incluso por delitos menores. Esta desigualdad en el sistema de justicia militar contribuyó a la sensación de injusticia y frustración que sintieron muchos soldados afroamericanos.
A pesar de los desafíos que enfrentaron, los soldados afroamericanos hicieron contribuciones significativas al esfuerzo militar estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial y desempeñaron un papel importante en la lucha por la igualdad racial.