Historia de Europa

Tertulias y sobremesas, un invento de la Antigua Grecia

Después de disfrutar de una buena comida y un café, si tenemos tiempo y la compañía se presta, los digestivos en versión chupito (orujo de hierbas, pacharán y otros) suelen dar inicio a entretenidas tertulias en las que se puede probar cualquier tema y donde se es mejor no darse por vencido para que no crucifiquen tú . También es cierto que si la cosa se prolonga, los chupitos dejan paso a otras bebidas (tipo gin tonic) y las agradables tertulias derivan en exaltación de la amistad, cantos regionales, familiaridad con la autoridad e insultos al clero . Pues bien, todo este ritual de sobremesa, tan nuestro, ya se practicaba en la Antigua Grecia… Lo llamaban simposio .

El simposio era el momento de beber y charlar entre los invitados tras terminar la comida principal (deipnon ). Al final de la comida, los sirvientes recogieron las mesas, coronaron a los invitados con coronas de hiedra y ramas, rociaron sobre ellos algunos perfumes, comenzaron a hacer circular copas llenándolas de la crátera. (recipientes o vasijas de barro donde mezclaba agua y vino para los invitados) se colocaban en el centro de la sala y se elegía un árbitro de las charlas... los brindis y las siguientes charlas podían continuar felizmente hasta la noche. /Q>

Tertulias y sobremesas, un invento de la Antigua Grecia

El vino, considerado un regalo del dios Dioniso, animó la celebración y la crátera aseguró la circulación festiva de los brindis que tuvieron mucho de ritual. Comenzaban con libaciones de vino en honor de los dioses; luego, bajo la protección de los dioses Dioniso y Zeus, el resto de los placeres desplegado. del simposio:perfumes, canciones, música, bailes, juegos, charlas, borracheras... y erotismo. Los invitados eran sólo hombres, las mujeres de la casa no asistieron pero sí admitieron hetairas , grandes bailarines, excelentes flautistas y mejores amantes. Esto creó un ambiente agradable en el que los simposios comentaban sus ocurrencias y hablaban casualmente, especialmente sobre amor y política.

En palabras del historiador y filósofo griego Jenofonte

en los simposios se adormecen las penas y se despierta el instinto amoroso.

Colaboración Edmundo Pérez.
Fuente:Introducción a la Mitología Griega – Carlos García Gual.