En octubre de 1795, Thomas Pinckney, el representante de Estados Unidos en España, negoció el Tratado de Pinckney con España. Este tratado estableció relaciones cordiales con España, permitió a Estados Unidos navegar por el río Mississippi y fijó el límite de Florida en los 31 grados de latitud norte. Sin embargo, el mayor éxito del tratado fue la resolución de la frontera occidental de los Estados Unidos, que se fijó a lo largo del paralelo 31 del río Mississippi. España también concedió a los ciudadanos estadounidenses el “derecho de depósito” en el puerto de Nueva Orleans durante tres años. Este derecho, que podía renovarse, permitía a los colonos occidentales utilizar el puerto libre de impuestos mientras cargaban sus lanchas en embarcaciones oceánicas.
El Senado ratificó el tratado por unanimidad el 3 de marzo de 1796 y el presidente Washington lo promulgó 11 días después.