- Motivos económicos: El sudeste asiático era rico en recursos naturales como especias, metales preciosos y madera, lo que atrajo a las potencias europeas que buscaban expandir su riqueza y poder.
- Rutas comerciales: El sudeste asiático estaba ubicado estratégicamente a lo largo de importantes rutas comerciales entre Asia y Europa, y las potencias occidentales intentaron controlar estas rutas para obtener ventajas económicas.
- Motivos religiosos: Algunas potencias occidentales estaban motivadas por el deseo de difundir el cristianismo y convertir a los pueblos indígenas del sudeste asiático.
- Motivos políticos: Las potencias europeas también estaban impulsadas por el deseo de expandir sus imperios y ganar prestigio y dominio políticos.
- Exploración y Descubrimiento: El espíritu de exploración y descubrimiento también influyó, ya que las potencias europeas buscaron explorar nuevas tierras y culturas.