2) Malas condiciones campesinas: El campesinado ruso, que constituía la mayoría de la población, vivía en la pobreza y estaba sujeto a una dura opresión por parte de los terratenientes y el gobierno. Los campesinos a menudo se vieron obligados a pagar altos impuestos y sometidos a castigos corporales. Esto provocó un resentimiento generalizado entre el campesinado, que era cada vez más receptivo a la propaganda revolucionaria.
3) Empresas militares fallidas: El régimen zarista sufrió varias derrotas humillantes en conflictos militares, sobre todo en la guerra ruso-japonesa de 1904-1905 y la Primera Guerra Mundial. Estas derrotas expusieron las debilidades del ejército y el gobierno zaristas y erosionaron aún más la confianza pública en el régimen.
4) Gobierno autocrático y falta de reforma política: El régimen zarista era una autocracia, lo que significaba que todo el poder estaba concentrado en manos del zar. No hubo representación democrática ni libertad de expresión, y la disidencia política fue duramente reprimida. Esta falta de reforma política y la naturaleza autocrática del régimen alienaron a muchos rusos, incluidos intelectuales, profesionales y miembros de la burguesía.
5) Liderazgo débil e incompetente: Los dos últimos zares, Alejandro III y Nicolás II, fueron líderes débiles e incompetentes que no estaban en contacto con las necesidades y deseos de su pueblo. No pudieron abordar eficazmente los crecientes problemas sociales, económicos y políticos que enfrenta Rusia.
6) La Primera Guerra Mundial y la Revolución de Febrero: La Primera Guerra Mundial ejerció una inmensa presión sobre la economía, la sociedad y el ejército de Rusia. El elevado número de muertos y la incapacidad del gobierno para gestionar el esfuerzo bélico provocaron un descontento generalizado y, en última instancia, la Revolución de febrero de 1917, que resultó en la abdicación del zar Nicolás II.
7) Revolución Bolchevique: Los bolcheviques, liderados por Vladimir Lenin, aprovecharon el caos y la debilidad del Gobierno Provisional que se estableció después de la Revolución de Febrero. Con su fuerte organización e ideología revolucionaria, pudieron derrocar al Gobierno Provisional en la Revolución de Noviembre y establecer la Unión Soviética.