El principal catalizador de la Reforma Protestante en Alemania fue la práctica de vender indulgencias por parte de la Iglesia Católica. Las indulgencias eran certificados emitidos por la iglesia que prometían una reducción del castigo por los pecados ya sea en el purgatorio o en la Tierra.
Johann Tetzel, un fraile dominico y comisionado papal, fue particularmente agresivo al vender indulgencias en Alemania en 1517. Tetzel afirmó que las indulgencias no sólo podían perdonar los pecados pasados sino también garantizar la salvación. Esta práctica provocó indignación entre muchas personas, incluido Martín Lutero, profesor de teología en la Universidad de Wittenberg.
En octubre de 1517, Lutero publicó sus Noventa y cinco tesis, una lista de argumentos contra la venta de indulgencias. Sostuvo que la salvación no se puede comprar mediante indulgencias sino únicamente mediante la fe en Dios. Luego, la imprenta difundió las noventa y cinco tesis por toda Alemania, lo que provocó un debate teológico generalizado que marcó el inicio de la Reforma Protestante.