1. Acceso a Materias Primas:
* Gran Bretaña tenía acceso a una amplia gama de materias primas, como carbón, mineral de hierro, lana y algodón, que eran esenciales para la producción industrial.
* El comercio permitió a Gran Bretaña importar estas materias primas de sus colonias y otros socios comerciales, asegurando un suministro constante de los recursos necesarios para la fabricación.
2. Mercados Coloniales:
* Las colonias británicas proporcionaron un mercado vasto y creciente para los productos de fabricación británica.
* La demanda de productos manufacturados de Gran Bretaña en las colonias estimuló el crecimiento y la producción industriales.
3. Comercio Internacional:
* La red comercial global de Gran Bretaña le permitió exportar sus excedentes de productos manufacturados a otros países.
* Esto creó una base de clientes más amplia para las industrias británicas, aumentando la producción y fomentando un mayor desarrollo industrial.
4. Acumulación de capital:
* El comercio generó una riqueza significativa para los comerciantes y empresarios británicos.
* Este capital acumulado se volvió a invertir en empresas industriales, financiando el establecimiento de nuevas fábricas y mejoras en la tecnología.
5. Avances tecnológicos:
* El comercio facilitó el intercambio de conocimientos, ideas y avances tecnológicos entre Gran Bretaña y otros países.
* Esta polinización cruzada de ideas contribuyó al desarrollo de nuevas tecnologías y técnicas, impulsando el progreso industrial.
6. Especialización Laboral:
* El comercio promovió la especialización y la división del trabajo dentro de las industrias.
* Al centrarse en tareas y procesos específicos, los trabajadores se volvieron más eficientes, lo que condujo a una mayor productividad.
7. Infraestructura de transporte:
* El comercio requirió el desarrollo de infraestructura de transporte, como carreteras, canales y puertos.
* Estas mejoras de infraestructura hicieron que fuera más fácil y rápido mover materias primas y productos terminados, mejorando la eficiencia de los procesos industriales.
En resumen, el comercio proporcionó acceso a materias primas, amplió los mercados, facilitó la acumulación de capital, fomentó los avances tecnológicos y mejoró la infraestructura de transporte, todo lo cual contribuyó al crecimiento inicial de una economía industrial en Gran Bretaña a mediados del siglo XVIII.