Los antifederalistas eran un grupo de personas que se oponían a la ratificación de la Constitución de los Estados Unidos. Creían que la Constitución otorgaba demasiado poder al gobierno federal y que conduciría a una tiranía. Los antifederalistas también creían que la Constitución no protegía los derechos individuales.
Para abordar las preocupaciones de los antifederalistas, los federalistas acordaron agregar una Declaración de Derechos a la Constitución. La Declaración de Derechos son las primeras diez enmiendas a la Constitución y protege derechos individuales como la libertad de expresión, la libertad de religión y el derecho a un juicio justo.
La adición de la Declaración de Derechos ayudó a convencer a los antifederalistas de que apoyaran la ratificación de la Constitución. La Constitución fue ratificada en 1788 y la Declaración de Derechos se añadió en 1791.