Imperialismo y colonialismo :Las potencias europeas continuaron expandiendo sus imperios y colonias, a menudo compitiendo entre sí por recursos y territorios. Esta competencia creó tensiones entre países y aumentó la probabilidad de conflicto.
Rivalidades económicas :La economía global estaba cada vez más interconectada, lo que generaba competencia por el comercio, los mercados y las materias primas. Esta rivalidad económica contribuyó a las tensiones entre países.
Inestabilidad política :Hubo un aumento de la inestabilidad política en muchas partes del mundo. Esto incluyó el ascenso de regímenes autoritarios, como los nazis en Alemania y los bolcheviques en Rusia.
Carreras armamentistas :Países que participan en carreras armamentistas, acumulan armas y desarrollan sus capacidades militares. Esto creó una sensación de inseguridad y miedo entre las naciones, aumentando el riesgo de conflicto.
Sistemas de alianza :Las potencias europeas se dividieron en dos sistemas de alianzas principales:la Triple Alianza (Alemania, Austria-Hungría e Italia) y la Triple Entente (Francia, Rusia y Gran Bretaña). Estas alianzas crearon un delicado equilibrio de poder y aumentaron el riesgo de guerra.
Disputas territoriales no resueltas :Hubo varias disputas territoriales sin resolver entre países, particularmente en los Balcanes y Europa del Este. Estas disputas fueron un posible punto álgido de conflicto.