Las reparaciones se pagaron en diversas formas, como efectivo, bienes y servicios. Alemania tuvo que hacer pagos anuales de 2 mil millones de marcos oro y un 26% adicional del valor de las exportaciones alemanas.
Las reparaciones causaron muchas dificultades económicas en Alemania y contribuyeron a la hiperinflación de la década de 1920. El Plan Young de 1929 redujo el monto de las reparaciones que Alemania tenía que pagar, y la Conferencia de Lausana de 1932 puso fin efectivamente a los pagos de reparaciones.