Napoleón impuso el Sistema Continental, cuyo objetivo era paralizar la economía británica bloqueando la entrada de productos británicos al continente europeo, debilitando así su base financiera.
Planes de invasión:
Napoleón planeó y preparó una invasión de Gran Bretaña a través del Canal de la Mancha. Amasó tropas y construyó una flota sustancial, pero sus intentos fueron frustrados por la victoria del almirante Horatio Nelson en la batalla de Trafalgar en 1805.
Presión económica:
Napoleón utilizó la presión económica para perjudicar el comercio británico imponiendo altos aranceles y restricciones a los productos británicos en Europa.
Bloqueos navales:
Napoleón intentó bloquear los puertos británicos e interrumpir sus rutas comerciales marítimas para socavar la economía y el poder naval británicos.
Alianzas políticas:
Napoleón formó alianzas con varios países europeos para aislar y debilitar a Gran Bretaña, reduciendo así su influencia en Europa.
Propaganda y presiones:
Napoleón utilizó la propaganda para desacreditar al gobierno británico y debilitar el apoyo público a sus esfuerzos de guerra contra él.