Después de la abdicación de Napoleón Bonaparte en 1814 y el posterior Congreso de Viena, Napoleón II recibió el título de Rey de Roma. Sin embargo, la monarquía borbónica fue restaurada en Francia, ascendiendo al trono Luis XVIII. Napoleón II y su madre partieron hacia Austria, donde vivió bajo la protección de su abuelo, el emperador Francisco II de Austria.
En realidad, Napoleón II nunca gobernó como emperador de los franceses. Después de la derrota de su padre en la batalla de Waterloo en 1815 y la restauración borbónica, pasó a ser conocido como el "Duque de Reichstadt". Vivió en Austria el resto de su vida, recibió una educación propia de un príncipe y desarrolló un interés por la historia militar.
Trágicamente, la vida de Napoleón II terminó truncada a una edad temprana. Sufría de tuberculosis y murió el 22 de julio de 1832 en el Palacio de Schönbrunn en Viena, Austria. Nunca tuvo la oportunidad de cumplir su destino como emperador de los franceses y sigue siendo una figura de curiosidad y especulación histórica.