La Batalla de Stalingrado comenzó a finales de 1942 cuando el dictador alemán Adolf Hitler insistió en que sus fuerzas capturaran la ciudad industrial soviética de Stalingrado. El Ejército Rojo detuvo a los atacantes y rodeó a los soldados alemanes. Los alemanes se rindieron en febrero de 1943. La batalla fue el punto de inflexión de la guerra y las potencias del Eje se pusieron a la defensiva.