Factores económicos:
1. Mercantilismo: Inglaterra adoptó una política mercantilista, cuyo objetivo era aumentar su riqueza exportando más bienes de los que importaba. Las colonias brindaron acceso a valiosos recursos naturales, como madera, pieles y minerales, que no estaban fácilmente disponibles en Inglaterra. Estas materias primas podrían utilizarse para producir bienes de exportación, generando riqueza para los comerciantes ingleses y la nación.
2. Rutas comerciales: La colonización ofreció la oportunidad de establecer nuevas rutas comerciales y ampliar las existentes. Al explorar y reclamar territorios en el extranjero, Inglaterra podría obtener el control de ubicaciones marítimas estratégicas y establecer puestos comerciales para facilitar el comercio con otras regiones, aumentando así su alcance económico.
3. Expansión del mercado: La creciente población y los recursos limitados en el país impulsaron a Inglaterra a buscar nuevos mercados para sus productos manufacturados. Las colonias ofrecían una base de consumidores dispuesta y un mercado cautivo para los productos ingleses.
4. Fuerza laboral: La colonización permitió la explotación de mano de obra barata. Los colonos y esclavos proporcionaron la mano de obra necesaria para desarrollar plantaciones e industrias, contribuyendo al crecimiento económico de la madre patria.
Factores religiosos:
1. Libertad religiosa: Inglaterra estaba experimentando agitación religiosa, particularmente durante la Reforma. La colonización brindó una oportunidad tanto para protestantes como para católicos de establecer nuevas comunidades donde podían practicar libremente su fe.
2. Trabajo Misionero: Muchos colonos ingleses vieron la colonización como una forma de difundir el cristianismo y convertir a los pueblos indígenas a sus creencias religiosas.
3. Disidencia religiosa: Algunos colonos ingleses intentaron escapar de la persecución religiosa y fundaron asentamientos donde podían practicar su culto sin temor a ser discriminados o procesados.
Factores políticos:
1. Prestigio y poder nacional: La colonización fue una fuente de orgullo nacional y aumentó el prestigio de Inglaterra en el escenario mundial. La posesión de colonias mostraba el poder y la influencia de un país en el mundo.
2. Consideraciones estratégicas: El establecimiento de colonias permitió a Inglaterra posicionarse estratégicamente en varias regiones, salvaguardando sus rutas comerciales, proyectando su poder militar y disuadiendo a posibles rivales.
3. Control de población: La colonización ayudó a aliviar las presiones demográficas de Inglaterra y el hacinamiento en el país. Enviar el exceso de población a las colonias redujo los posibles problemas sociales y económicos.
4. Escape de la opresión: Algunos ingleses buscaron refugio en las colonias de la opresión política o la injusticia social, contribuyendo a la diversidad de las poblaciones coloniales.
En resumen, los motivos de Inglaterra para la colonización eran multifacéticos e incluían consideraciones económicas centradas en adquirir recursos, expandir el comercio, asegurar mercados y obtener acceso a mano de obra barata. Las aspiraciones religiosas de difundir el cristianismo y encontrar la libertad religiosa también desempeñaron un papel importante, al igual que las consideraciones políticas centradas en el prestigio nacional, el poder estratégico y la gestión de la población.