1. Reformas políticas:
Augusto introdujo un nuevo sistema político conocido como Principado, cuyo objetivo era concentrar el poder en manos de un solo gobernante preservando al mismo tiempo algunas instituciones republicanas. Adoptó el título de "princeps" (primer ciudadano), enfatizando su posición como miembro destacado del Senado romano.
2. Fin de las Guerras Civiles:
Augusto derrotó a sus rivales y puso fin a la serie de guerras civiles que habían asolado a Roma durante décadas. Su victoria en la batalla de Actium en el año 31 a. C. contra Marco Antonio y Cleopatra aseguró su control sobre el mundo romano.
3. Pax Romana (Paz Romana):
Augusto marcó el comienzo de un período de relativa paz y prosperidad conocido como la Pax Romana. Esta era duró más de dos siglos y se caracterizó por conflictos externos mínimos y estabilidad interna.
4. Reformas militares:
Augusto reformó y reorganizó el ejército romano. Estableció un ejército permanente profesional con entrenamiento, salario y beneficios estandarizados, asegurando una mayor lealtad y disciplina entre las tropas.
5. Políticas Económicas:
Augusto implementó varias medidas económicas para estabilizar la economía romana. Introdujo un nuevo sistema de acuñación de oro y plata, controló la inflación y promovió el comercio en todo el imperio.
6. Desarrollo de infraestructura:
Augusto invirtió mucho en proyectos de infraestructura, como la construcción de carreteras, puentes, acueductos y edificios públicos. Esto mejoró el transporte, facilitó el comercio y mejoró la calidad de vida de los ciudadanos romanos.
7. Renacimiento cultural:
Augusto impulsó un renacimiento cultural en Roma. Patrocinó las artes, la literatura y la filosofía, apoyando las obras de poetas y escritores de renombre como Virgilio, Horacio y Ovidio. Este florecimiento cultural contribuyó a la preservación y enriquecimiento de la civilización romana.
8. Reformas religiosas:
Augusto revivió las prácticas religiosas tradicionales y restauró templos y santuarios. Destacó la importancia de la religión para mantener la cohesión social y los valores morales entre la población romana.
9. Cambios administrativos:
Augusto dividió el Imperio Romano en provincias y nombró gobernadores para administrarlas. Esto mejoró la eficiencia del gobierno y mantuvo la ley y el orden en todo el vasto imperio.
10. Ideología imperial:
Augusto cultivó cuidadosamente una ideología imperial que lo presentaba como un gobernante benévolo y garante de la paz y la prosperidad. Promovió la idea de su favor divino y se presentó como una figura paterna ante el pueblo romano.
Estas medidas, entre otras, contribuyeron al establecimiento de una Roma estable y pacífica bajo el gobierno de Augusto, marcando el comienzo del Imperio Romano y moldeando el curso de la civilización occidental.