Podemos afirmar que hablando de la La guerra civil española y no citar a Belchite es imposible . Con este nombre se conoce la operación militar que el Gobierno de la República planeó para tomar Zaragoza en agosto de 1937, operación que fracasó en su objetivo inicial, Zaragoza, pasaría a la historia con el nombre de batalla de Belchite, tanto por ser la población en la que realizaron los combates más duraderos, así como por sus características extremas, alcanzando el comportamiento de atacantes y defensores la calificación de verdaderos héroes por el valor allí dilapidado en su más alto grado; porque si los defensores no cedieron ninguna posición y las defendieron hasta la última gota de sangre, los atacantes tuvieron que tomar dichas posiciones por asalto, derramando las suyas en abundancia para lograrlo. Por todo ello alcanzó el nivel de mito, y a ello también contribuyó en gran parte la participación de las Brigadas Internacionales, circunstancia que propició una gran difusión a nivel internacional, ampliándola casi desproporcionadamente.
Desde las primeras fechas del inicio de la Guerra Civil, Belchite estará en primera línea, en el conocido como sector Sur-Ebro. Durante los trece meses que transcurrieron hasta la famosa batalla, se produjeron diversos combates que no alcanzaron gran notoriedad, aunque algunos de ellos manifestaron gran virulencia, como la toma de Lobo por los republicanos en agosto de 1936, y los combates de las Nieblas; Mención especial merece la toma por parte de los republicanos de La Serna , 1 a principios de diciembre de 1936, y la reconquista del mismo por los franquistas en cuya operación el célebre capitán del ejército sublevado, Santapau, obtendría un ascenso por méritos. En los combates de aquella noche de intenso frío y lluvia en forma de terrible matacabras, muchos soldados de ambos contendientes perderían la vida. Entre ellos destacan el de los capitanes republicanos Marchirant y Jubert, y el de Carmen Crespo –miliciana conocida como La Francesita, compañera sentimental del carismático capitán Jubert que estuvo a cargo de las tropas del Gobierno en el sector Lécera-Belchite–, ya que a raíz de la muerte del segundo, la formación republicana conocida como Columna Ortiz pasó a denominarse División Jubert.
Lo que más sorprende de la batalla de Belchite es que a pesar de ser tan famosa y de haber escrito tanto, nadie la ha estudiado en profundidad , ni del mundo universitario ni del militar. Casi todos los autores cuando escriben sobre ello se limitan a hacer artículos más o menos extensos, pero en realidad poco o nada nuevo aportan sobre la batalla, son lo que popularmente se conoce como “refritos” ya que se limitan a utilizar el material publicado. por otros anteriormente. En honor a la verdad, hay que decir que algunos añaden ligeros detalles de su breve investigación, aunque a la vista de sus publicaciones han buscado poco en los archivos y seguramente casi ninguno ha visitado, y mucho menos caminado, el terreno.
Incluso Martínez Bande, en su libro La gran ofensiva sobre Zaragoza , en el que dedica más de la mitad de sus páginas a esta batalla, deja claro su desconocimiento sobre las construcciones defensivas belchitanas debido a las pocas referencias que aporta sobre ellas.
Cinturón defensivo de Belchite
Después de muchos años de investigación sobre esta batalla, no había obtenido información sólida sobre el cinturón defensivo de Belchitan , 2 aunque alcancé un alto grado de familiaridad con él. Y, si “todo esfuerzo tiene recompensa”, es muestra de ello haber podido identificar de forma inequívoca que el contenido del libro titulado Defensa antitanque , 3 se refiere íntegramente al sistema defensivo construido en la localidad durante la Guerra Civil por la III Compañía de Zapadores Mineros, los Barbis, manual militar redactado por el entonces capitán de dicha compañía, D. Roque Adrada Fernández. Este descubrimiento es sin duda uno de los más importantes que he logrado sobre la Guerra Civil en Belchite y lo considero una recompensa a la perseverancia, completada con la recompensa de compartirla con el mundo entero.
Cabe preguntarse por qué nadie cita esa obra cuando escribe sobre la batalla de Belchite –excepto mi amigo, el investigador Jaime Latas, que en su artículo sobre los Barbis la menciona–. al referirse a ella como una publicación más de ese autor, sin sospechar el valor de su contenido–.
Así que nadie pudo identificar todo eso. el contenido de la obra hace referencia a Belchite, y por tanto a Defensa antitanque Estuvo durante años y años en los estantes de bibliotecas militares y civiles, pasando desapercibido para miles de investigadores de todo tipo. Sí, nada menos que ochenta años, que son los que han transcurrido desde su publicación en 1937 hasta este descubrimiento.
En el prólogo, su autor hace una exposición de sus afirmaciones escribiendo:“La necesidad de establecer una defensa antitanque lo más rápido posible [...] sobre cómo defenderse de estos dispositivos de combate [...]” y, paso a paso, el manual describe un pueblo situado en primera línea, brindando todos los detalles de la orografía y vías de comunicación, y detalla cómo dotarlo de defensa contra esos modernos máquinas de guerra que eran tanques.
Su reducido tamaño no es obstáculo para proporcionar la teoría de técnicas de combate ofensivas y defensivas, utilizando tanques y todo tipo de armas , incluida la aviación, sin excluir la infantería. Con detalle de aspectos técnicos de ubicación, enmascaramiento, resistencia de materiales, tipologías constructivas (fosos de tiro, erizos, fosos, puesto defensivo activo, terraplenes, nido blindado y para cañones antitanques y para ametralladoras, asentamiento de piezas antiaéreas y 7,5 cm, trincheras, inundaciones, alambres de púas, barreras y otro tipo de obras, dedicando también un pequeño capítulo a las minas, aportando en el capítulo cinco consejos sobre defensa antitanque, tanto para la tropa de infantería como para sus oficiales.
En él se desarrolla detalladamente un completo sistema defensivo en un hipotético sector que corresponde a Belchite, aunque nunca lo menciona, con detalles detallados de cada elemento a construir y sus misión. También contiene los planos, con medidas acotadas, de los bunkers y posiciones que dicha unidad construyó en Belchite.
Habla en detalle sobre las minas, desde botellas incendiarias hasta minas automáticas, pasando por artefactos explosivos hechos a mano, y brinda valiosa información sobre los "artefactos explosivos utilizados por los rojos".
Aprovecha para anunciar los monográficos que está preparando:Guerra química. La protección; explosivos; Fortificación de campaña y el que sin duda habría sido una obra de gran interés para los estudiosos de este período de nuestra historia, que llevará por título:Mi compañía de zapadores (el levantamiento nacional. –Hechos y obras. – Enseñanzas de guerra ) . Sin olvidarnos de dejarnos una copia del curiosa decálogo de honor de los Barbis y unas páginas en blanco que permitan a los futuros alumnos que utilicen ese manual tomar notas.
Al final contiene un apéndice de páginas desplegables sobre “armas especiales y tipos de tanques” en algunas tablas de datos técnicos sobre varios tipos de armas de infantería y antitanques; ametralladoras de gran calibre y otras armas especiales y tanques de batalla. En otro desplegable expone toda una serie de dibujos prácticos sobre las minas explosivas y su instalación en todo tipo de vías de comunicación y en campos minados.
El manual termina con un mapa plegable 45 por 51 cm que refleja detalladamente todo lo que se ha descrito en el libro. Ese plano es lo que he descrito como el Plano Invisible. Esta facultad de invisibilidad se consigue por el mero hecho de presentarse girado sobre sí mismo lateralmente 180º o, lo que es lo mismo, en sentido contrario al que en realidad tienen sus puntos cardinales. Esta pequeña maniobra engañosa es una muestra de la astucia de su autor, que con el tiempo le ha dado la razón al creer que, en general, el público es la mayor parte del tiempo incapaz de reconocer lo que tiene delante de sus ojos. ojos, y –aun a riesgo de repetirme– así ha sido; durante ochenta años nadie pudo descubrirlo. ¿Y sabes por qué? Pues porque mucha gente escribió o escribe sobre aquella mítica batalla de Belchite sin haberla estudiado lo suficiente en profundidad.
Notas
1 Sierra situada al sur del santuario de Pueyo y a unos 3 km de Belchite.
2 No considero necesario hacer referencia a todos los trabajos que citan parcialmente el sistema defensivo de Belchite.
3 De forma monográfica se detalla todo el sistema defensivo construido en Belchite, aunque nunca se menciona dicha población.