Queríamos comenzar con una referencia al significado de la escenografía en el teatro Históricamente, hasta que el nacimiento del cine lo cambió todo a principios del siglo XX. El Séptimo Arte, con sus grabaciones, prescindió de la inmediatez y de la relación directa con el espectador, rompiendo algunas reglas de la escenografía, que, por otra parte, ya era bastante flexible en manos del teatro tras una evolución de más de 2000 años. . Como dice Juan Cervera:“ni el escenario tiene que ser del tipo convencional […] ni tiene que ser una sala con su platea y sus palcos. Una obra se puede montar en la calle, en una plaza, en una discoteca, en un restaurante, en un patio de barrio, en una plaza de toros o en el bosque bajo los árboles” (2). Una recreación histórica no deja de ser una representación o espectáculo , dirigidas al público o no, pero nos interesan más las segundas, como en las sesiones de fotos del Fighting Basques Project .
Ya hablamos en el artículo anterior dedicado a la División Trieste de que la prioridad era conseguir el entorno necesario para trabajar con tranquilidad, ya que nuestro objetivo es reproducir la imagen como lo más realista posible que resulta de capturar ese momento que luego utilizaremos en nuestro trabajo de memoria para visibilizar una generación para la que apenas tenemos materiales. Por eso, En la composición de estas imágenes, en la ambientación, priorizamos el rigor y evitamos cualquier carga ideológica, correspondiente a nuestro equipo de investigación, que se basa principalmente en la historia familiar, la elaboración del relato histórico. Es precisamente aquí, en el naturalismo de la propuesta escénica –aunque sin llegar a los extremos, ya que nos parece poco creíble recrear la propia guerra:la parte referente al combate–, donde los recorridos del teatro (que no lo necesito, ya que puede entrar en el terreno de la fantasía) y el de la recreación histórica quedan definitivamente separados. Si partimos de la base de que hacer un relato con rigor requiere una investigación muy detallada y respetuosa de la verdad histórica, esto se debe trasladar a la escenografía, aunque muchas veces carezca, como en nuestro caso, de parte de los materiales necesarios. –o, dicho de otro modo, no están disponibles todos los que se desearía–, lo que no es obstáculo para no poder obtener buenos resultados. Por eso, como paso previo, es necesario preparar un guión donde encajen todas las “piezas”.
En un proceso creativo y vivo , que incluye un reparto de todos los que forman parte del equipo, el trabajo de vestuario recae en los recreadores, quienes maquillan su personaje para la escenografía sin anacronismos en cuanto a vestimenta, peinado, aspecto físico e inmersión, aportando un plus, pero , al ser un proyecto abierto y participativo que vive de la generosidad de los amigos, ha habido ocasiones en las que se ha involucrado gente que no son recreadores, que también pueden colaborar en esta y otras facetas:decorados, atrezzo, iluminación, etc., fotografía, etc. A pesar de nuestra modestia, siempre partimos de la base de trabajar con la mayor fidelidad posible a los hechos abordados –aunque, como dice Jorge Gorostiza, la escenografía generalmente no copia la realidad, sino que crea un nuevo espacio (4)–, y aquí Nuestra principal inspiración es principalmente el cine y, de manera muy destacada, John Ford. El que ha sido considerado el auténtico narrador de la historia de Estados Unidos siempre estuvo acompañado de grandes directores de fotografía, pero sobre todo basó sus películas en un trabajo documental difícilmente inédito en el Hollywood de finales de los años 40 del siglo pasado. pasado. siglo, mucho más ahora que parecen lejanos los tiempos en los que se le denostaba con criterios puramente presentistas, reconociéndose unánimemente su influencia en una nueva generación de directores:
En los vascos luchadores Pocas veces la escenografía ha requerido montar un decorado al aire libre, ya que, normalmente, se prescinde de grandes accesorios por la dificultad de guardarlos y trasladarlos con nuestros propios medios, además de la cuestión económica, pero en Arija existía la posibilidad de realizar físicamente coinciden con el escenario. Un gran espacio abierto -como hubiera deseado el propio Ford- a orillas de un embalse que cuenta con una playa artificial y con los materiales necesarios disponibles a 1 km creó el ambiente perfecto, para que el 15 de diciembre de 2018 se convirtiera, después de Trieste, en la cuarta etapa de un año que ha sido muy feliz, entre ellos la publicación de nuestro libro Combatientes vascos en la Segunda Guerra Mundial . Esto fue posible gracias a la colaboración de la Asociación Enigma y el ayuntamiento de la localidad de Burgos, que nos proporcionó todo tipo de facilidades para componer el decorado, pero no fue posible la colaboración de uno de los mejores grupos de recreación histórica del panorama estatal. También imprescindibles el Batallón de Infantería Ligera de Durham VI “Los Durhams”, y buenos amigos de esta casa como Igor Jubindo, los hermanos Joseba y Lander Zatón, Marcos Ríos y Javier Petuya, así como los recreadores de Sancho de Beurko.
Con este potencial, y dada la gran oportunidad de tener accesorios elaborados como “erizos checos”, “dientes de dragón”, “tachuelas de Rommel” e incluso una torre de Panzer IV, se decidió realizar tres sesiones fotográficas basadas en una misma escenografía:la explotación de una playa por la Kriegsmarine artillería costera. , el desembarco del Comando Kieffer el Día D y la llegada de los Durham a Normandía. Siguiendo la propuesta escénica de un servidor, compusimos el decorado entre todos y posteriormente, mientras la gente se equipaba para el trabajo, planificamos con nuestro fotógrafo y amigo José Pablo Pérez Gutiérrez (Alma &You) cómo quedarían las imágenes, aunque el resultado final sería depende, como siempre, de su propia visión del mundo. La relación que el artista establece con el escenario que se le propone a través de la cámara. La gran mayoría del atrezo utilizado para ambientar la playa pertenecía a la Asociación "Enigma", que los había creado de una forma muy realista y dramática.
La minería de la costa atlántica
El escenario dedicado a la Marine Artillerie Abteilung 618 (MAA 618), uno de los grupos de apoyo de Fighting Basques , supuso ya la adquisición por parte de Sancho de Beurko de una decena de maquetas a escala 1:1 del Tellermine 35, un modelo con el que, junto al Tellermine 42, las playas del llamado Muro Atlántico fueron minados masivamente o Muro Atlántico . Se trataba de una línea costera que comenzaba en la frontera franco-española y llegaba hasta Noruega en un enorme esfuerzo de fortificación por parte de la Alemania nazi para evitar la invasión de los aliados por mar. Los obstáculos que los alemanes colocaban en las playas de forma más o menos estandarizada se basaban, a partir de la línea de marea baja, en los llamados "espárragos Rommel", postes con una mina en la parte superior para detener las lanchas de desembarco, seguidas de los "erizos checos", resultado de cruzar tres vigas metálicas en ángulo para detener tanto coches como barcos. También podría haber “puertas belgas”, pesadas estructuras metálicas de más de dos metros de altura con la misma función anti-barco, y encima, durante la marea alta, más “tachuelas”, “erizos” y rampas de troncos sobre trípodes. Estos obstáculos podrían completarse con los llamados "dientes de dragón", estructuras piramidales de hormigón diseñadas para frenar los vehículos blindados y vehículos en general. Entre todos ellos había muchas minas enterradas en la arena y alambre de púas. Más allá de la zona de marea podrían existir otros elementos defensivos como búnkeres flanqueantes con cañones antitanques, trincheras, nidos de ametralladoras, etc. Todos ellos, excepto las "puertas belgas", fueron previstos como puntales del decorado y para dar atmósfera se ensuciaron y sus soportes se cubrieron de arena.
Sin descartar el plano general para tomar algunas fotografías que tienen como fondo la enorme masa de agua del embalse del Ebro, se decidió delimitar al máximo los límites de la playa para el decorado para no caer en anacronismos, ya que la decoración sólo cubría una pequeña parte -y a pesar de Para ello, fue necesario modificar digitalmente el paisaje en postproducción–, superponiendo los diferentes elementos defensivos mientras los artilleros costeros trasladaban las minas de un lado a otro bajo la atenta mirada de un grupo de oficiales y suboficiales. Para ello, utilizamos bibliografía, fotografías y materiales diversos recopilados durante un trabajo de documentación de más de tres años sobre las tropas alemanas en la Pointe de Grave, un bolso de resistencia que cerró, junto con el de Royan, la salida del puerto de Burdeos. al final de la guerra. MAA 618, que fue combatido por el batallón Gernika el 19 de abril de 1945 estaba bajo el mando del capitán de corbeta Schillinger y tenía su puesto de dirección de fuego en la batería de Les Arros, estando a cargo de un total de cinco baterías costeras. Es posible que esta escena sobre la minería de las playas, tarea muy común entre las guarniciones alemanas, fuera la primera vez que se representaba en una recreación histórica. Tras la Segunda Guerra Mundial, y contraviniendo la Convención de Ginebra, miles de prisioneros fueron obligados a realizar tareas de desminado, a consecuencia de las cuales muchos perdieron la vida, circunstancia que ilustra perfectamente la película danesa Land of mío .(5)
Comando Kieffer y los Durham
Con la misma decoración se realizaron otras dos sesiones de fotos, una de ellas dedicada al llamado Comando Kieffer , que habíamos investigado previamente para identificar a los vascos que formaron parte de esta mítica unidad, que para los franceses libres supuso participar con las tropas de vanguardia el día D. Se trataba del alférez Guy Joseph (Villardi) de Montlaur (Biarritz, 1918), los contramaestres Joseph Julien Hourcourigaray (Eskiula, 1920) y Laurent Pierre Casalonga (Donostia, 1922) y el marinero René Miremont (Anglet, 1919), aunque este último no participó. en el desembarco de Normandía. Entrenados por los británicos en Eastney Royal Marines, fueron incorporados a sus fuerzas especiales como 1st Commando Marine Rifle Company (1st CFMC) a finales de 1942. Poco es lo que no se haya contado ya sobre los hombres de Kieffer, un personaje absolutamente emblemático. grupo de los franceses, que mantienen viva su tradición dentro de sus fuerzas armadas, a quienes rendimos homenaje durante el 75º aniversario del Día D. El 6 de junio de 1944 desembarcaron en Sword Beach, en Hermanville-sur-Mer, y luego tomaron Ouistreham en cooperación con los británicos, sufriendo 10 muertos y 30 heridos. Para este trabajo utilizamos el mismo uniforme que los comandos británicos, añadiendo la insignia de nacionalidad y la insignia de boina, además de un kit completo que incluía un modelo Vickers K GO con bípode que ya había sido utilizado en la escenografía del Mercado. Jardín.
También tuvimos el placer de compartir decoraciones con nuestros amigos del 6.º Batallón de Infantería Ligera de Durham “The Durhams”. Los hombres del 6.º DLI desembarcaron en Gold Beach el día D en una segunda oleada sin oposición, penetrando inmediatamente tierra adentro, donde encontraron cierta resistencia cerca de Villers-le-Sec. Organizados como una columna móvil, avanzaron hasta hacer contacto con fuerzas alemanas más grandes y el 9 de junio sorprendieron a elementos del Panzer Lehr. La escena que se planteó en la recreación histórica incluyó el desembarco y captura de prisioneros por la artillería costera, como se puede comprobar en las maravillosas imágenes de José Pablo Pérez que acompañan este texto. No quería terminar estas líneas sin agradecer personalmente a “Los Durhams” Mikel Mendiguchía, Gonzalo Del Fresno, Gonzalo Maa y Santiago De la Peña, a los miembros de nuestro grupo de RRHH Raúl Lozano, Asier Aurrekoetxea, Eneko Tabernilla, Eder Artal y Egoitz Ereño y todos los que ya he mencionado en este artículo. Sin ellos no habría sido posible convertir, ni siquiera por unas horas, un trozo del norte de Burgos en una de las playas de la Muralla Atlántica.
Galería
Fotografías del paisaje de una playa de la Muralla Atlántica para el Proyecto Fighting Basques, © José Pablo Pérez Gutiérrez, Alma &Tú.
Notas
- (1) Javier Navarro de Zuvillaga:“Entre dos luces:la evolución de la escenografía” en Cuadernos de Ilustración y Romanticismo #19 (2013). Universidad de Cádiz. Páginas. 256-257.
- (2) Juan Cervera Borrás:“Teoría y técnica teatral”.
- (3) José McBride. (2004). Tras la pista de John Ford. Madrid:Editorial T&B. Pág.493.
- (4) Citado en Félix Murcia. (2000). Escenografía en el Cine. El arte de la apariencia. Madrid:Fundación del Autor. Murcia insiste en este proceso creativo cuando afirma que "para conseguir cualquier tipo de escenario, tanto natural como artificial, de los que aparecen en una película, siempre hay que considerar prioritariamente su valor expresivo, analizando para ello todo lo que se lo que es necesario ver, más lo que se debe evitar, ya que nada puede ser casual o descontrolado.”
- (5) Gregorio Belinchón. (10/03/2017). “Las minas que pusieron y quitaron los nazis.”
- (6) Michel Bertrand:“Les Forces Navales Françaises Libres” en Gazette des armes numéro hors-série #10 (1980). París:Ediciones Argout. Pp61-62. Véase también http://ecole.nav.traditions.free.fr/pdf/dossier_lelien_kieffer.pdf.