Historia antigua

Tratado de Utrecht (1713)

El Tratado de Utrecht (1713-1715) fueron en realidad dos acuerdos que pusieron fin a la Guerra de Sucesión Española y cambiaron el mapa de Europa y América.

En el primer Tratado, de 1713, Gran Bretaña reconoció al francés Felipe de Anjou como rey de España. Por su parte, España cedió Menorca y Gibraltar a Gran Bretaña.

El acuerdo también tuvo repercusión en América, ya que estableció las fronteras entre Brasil y la Guayana Francesa y definió los límites de Amapá.

El segundo Tratado de Utrecht, firmado el 6 de febrero de 1715, esta vez entre Portugal y España, restableció la posesión de Colonia del Sacramento a Portugal.

Origen y Causas del Tratado de Utrecht

En 1700, el rey Carlos II (1661-1700) murió en España sin dejar herederos.

En su testamento había indicado que heredaría el trono el infante francés Felipe de Anjou, al ser nieto de una infanta española y del rey francés Luis XIV.

Sin embargo, países como Inglaterra imaginaron que Felipe de Anjou podría coronarse, en el futuro, rey de Francia y España. Sumado a los territorios que España tenía en Europa y América, este futuro reino sería una auténtica potencia.

Asimismo, el emperador José I del Sacro Imperio Romano Germánico y archiduque de Austria también temía que esto sucediera. Así, este emperador defendió la candidatura de su hermano Carlos al trono de España.

Por tanto, se formó la “Alianza de La Haya” con Inglaterra y el Sacro Imperio. Posteriormente, en 1703, Portugal se unió a esta asociación mediante el Tratado de Methuen.

Del otro lado estaba Francia, gobernada por Luis XIV y parte de España. Cabe señalar que España estaba dividida entre partidarios de Francia y el Sacro Imperio.

Sin embargo, en 1711 la Alianza de La Haya se disolvió. Esto se debió a que el emperador José I murió sin herederos y Carlos fue elegido Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

Para los británicos, especialmente, no era conveniente tener tanto poder concentrado en manos de un monarca austríaco. Se inician las negociaciones entre Francia y Gran Bretaña, con el fin de resolver la cuestión de la sucesión española.

Las discusiones diplomáticas, iniciadas en 1712, permitieron la firma de acuerdos de paz entre Inglaterra, Francia y España al año siguiente:el Tratado de Utrecht.

Resoluciones del Tratado de Utrecht

Al ser reconocido como Rey de España por Inglaterra, Felipe de Anjou renunció al trono de Francia y ascendió al trono español como Felipe V. Con ello conservó también las posesiones españolas en América.

Sin embargo, tuvo que deshacerse de sus territorios en Europa e Inglaterra recibió la base marítima de Gibraltar y la isla de Menorca.

Gran Bretaña obtuvo el derecho de explotar durante 30 años el comercio de esclavos negros con destino a las colonias españolas. Irónicamente, más adelante varias asociaciones británicas protestarían contra la trata de esclavos practicada por los británicos, iniciando la campaña por la abolición de la esclavitud.

Ver también:Poner fin a la trata de esclavos africanos

Francia e Inglaterra

Francia logró ver confirmado a su candidato al trono español y mantuvo así la integridad del territorio francés.

En América, Francia logró conservar las regiones de Terranova y Acadia, ambas en Canadá, que eran disputadas por los británicos.

Sin embargo, los británicos ganaron a Francia la Bahía de Hudson en Canadá y la isla de Saint Kitts (Saint Kitts) en el Caribe.

Consecuencias del Tratado de Utrecht

La principal consecuencia de la firma del Tratado de Utrecht fue la remodelación del mapa de Europa y América.

Siempre con el objetivo de garantizar el trono al rey Felipe V, España tuvo que ceder sus territorios europeos a varios países.

Mediante los acuerdos celebrados en Utrecht, Austria incorporó las regiones que comprenden el sur de los actuales Países Bajos, Milanesado (Milán) y Nápoles.

El ducado de Saboya, en la península italiana, recibió Sicilia, al sur de la misma península.

Estos puntos diplomáticos fueron firmados en 1714, en los llamados tratados de Rastatt, Barden y Amberes.

Tratado de Utrecht (1713)

Francia también pierde su hegemonía en el continente europeo, que sólo podrá recuperar con Napoleón Bonaparte.

En cuanto a Gran Bretaña, sus ganancias territoriales y comerciales la ubicaron como una nación de preponderancia en los campos de exploración naval, comercial y colonial.

Para España la firma del Tratado de Utrecht no significó la paz, porque algunas regiones, como el reino de Aragón, no reconocían a Felipe V como soberano. Recién en 1714, con la derrota militar en Cataluña, este reino quedó definitivamente incorporado al Reino de Castilla y, de esta forma, formar el Reino de España.

La división y equilibrio de poder europeo establecido en Utrecht duraría casi un siglo y volvería a ser sustituido por los tratados firmados en el Congreso de Viena (1814-1815).

Ver también:Independencia de Cataluña

Segundo Tratado de Utrecht (1715)

El segundo Tratado de Utrecht fue firmado entre el rey de España, Felipe V y el rey de Portugal, Dom João V, en 1715, en la misma localidad holandesa.

España devolvió a Portugal la Colonia del Sacramento, en el Río de la Plata. A su vez, Portugal cedió a España los municipios de Albuquerque y Puebla de Sanabria.

Consecuencias del Tratado de Utrecht para Brasil

El Tratado de Utrecht tuvo repercusiones para el territorio de la América portuguesa, Brasil.

En 1713 se establecieron las fronteras entre la Guayana Francesa y Brasil. Además, se reconoció que el territorio, en lo que hoy es el estado de Amapá, pertenecía a la Corona portuguesa.

Tratado de Utrecht (1713)

En el sur, Colonia del Sacramento fue devuelta a la Corona portuguesa. Posteriormente, todavía en el siglo XVIII, Portugal y España volverían a renegociar las fronteras mediante el Tratado de Madrid (1750) y el Tratado de São Ildefonso (1777).

Ver también :Formación del territorio brasileño


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