Desafíos
1. Clima severo:
La región de las Grandes Llanuras experimenta un clima continental, con veranos calurosos e inviernos fríos. Las sequías, las granizadas y las ventiscas eran comunes y podían devastar cultivos y ganado.
2. Aislamiento:
Muchas granjas de las Grandes Llanuras estaban ubicadas lejos de ciudades y otros asentamientos, lo que dificultaba el acceso de los agricultores a los mercados, los suministros y los servicios sociales.
3. Falta de infraestructura:
La región carecía de una infraestructura de transporte adecuada, lo que dificultaba a los agricultores transportar sus cultivos al mercado. Las carreteras a menudo eran malas y los ferrocarriles eran escasos y espaciados.
4. Plagas y enfermedades:
Los saltamontes, las langostas y otras plagas podían devorar cultivos enteros, mientras que enfermedades como el cólera, la difteria y la viruela representaban una amenaza constante tanto para los seres humanos como para el ganado.
Oportunidades
A pesar de estos desafíos, las Grandes Llanuras también ofrecieron una serie de oportunidades para los agricultores.
1. Tierra abundante:
La tierra era relativamente barata y abundante en las Grandes Llanuras, lo que hacía posible que los agricultores poseyeran grandes extensiones de tierra y ampliaran sus operaciones.
2. Suelo fértil:
El suelo de las Grandes Llanuras es uno de los más fértiles del mundo, lo que lo hace ideal para cultivar una variedad de cultivos.
3. Incentivos gubernamentales:
El gobierno federal ofreció una serie de incentivos para fomentar los asentamientos y la agricultura en las Grandes Llanuras, incluida la Ley de Granja de 1862, que permitía a los colonos reclamar hasta 160 acres de tierra de forma gratuita si aceptaban vivir en ella y mejorarla durante al menos cinco años.
4. Nuevas tecnologías:
A finales del siglo XIX se desarrollaron nuevas tecnologías que hicieron que la agricultura fuera más fácil y más productiva, incluidos el arado de acero, la segadora y la cosechadora.
Vida diaria
La vida cotidiana de los agricultores de las Grandes Llanuras giraba en torno a las tareas de cultivar y mantener sus granjas.
Se levantaban antes del amanecer para alimentar y cuidar a sus animales, luego pasaban el día trabajando en el campo, plantando, cultivando y cosechando. Por las noches regresaban a casa para cocinar, limpiar y reparar su equipo.
Las mujeres desempeñaban un papel vital en la vida agrícola, trabajando junto a sus maridos en el campo y ocupándose del hogar. También criaban pollos, cerdos y vacas para obtener carne y leche, y cultivaban verduras y frutas en los jardines.
Los niños también contribuyeron a la granja ayudando con tareas como alimentar a los animales, recolectar huevos y desherbar el jardín.
La vida en las Grandes Llanuras era a menudo difícil, pero también gratificante. Los agricultores se enorgullecían de su trabajo y de mantener a sus familias. Eran un pueblo resiliente y su arduo trabajo y determinación ayudaron a convertir la región en lo que es hoy.