La mayoría de la gente en la época colonial confeccionaba su propia ropa o la encargaba a un sastre o modista. La ropa a menudo se confeccionaba con materiales naturales como lana, lino y algodón. La seda y otras telas de lujo eran más caras y, por lo general, solo las usaban los ricos.
El clima de la América colonial también influyó en la cantidad de vestimenta que tenía la gente. En las colonias más cálidas del sur, la gente vestía ropa más ligera hecha de algodón o lino. En las colonias más frías del norte, la gente vestía ropa más pesada hecha de lana o piel.
En general, la gente en la época colonial vestía más modestamente que la gente de hoy. Las mujeres solían llevar vestidos largos que cubrían brazos y piernas. Los hombres vestían pantalones, chalecos y abrigos.