El motín indio, que tuvo lugar entre 1857 y 1859, fue una importante rebelión contra el dominio británico en la India. El conflicto comenzó con un motín de cipayos, o soldados indios, en el ejército de Bengala, y rápidamente se extendió por gran parte del norte y centro de la India.
Los británicos finalmente aplastaron la rebelión, pero el conflicto provocó muerte y destrucción generalizadas. El gobierno británico impuso duros castigos a quienes habían participado en el motín y muchos indios fueron ejecutados o encarcelados. El conflicto también dejó un legado duradero de desconfianza entre británicos e indios.