Los mineros normalmente usaban un pico para romper el carbón y luego usaban una pala para cargarlo en una canasta o carro. Luego transportarían el carbón a la superficie, donde sería clasificado y vendido.
La minería del carbón era una industria importante en la época medieval, ya que se utilizaba para calentar casas y alimentar hornos. Sin embargo, las condiciones de trabajo eran a menudo deplorables y los mineros recibían un mal trato.