1. Realeza: Horus estaba asociado principalmente con la realeza y la autoridad real. Se le consideraba el dios patrón de los faraones, a quienes se consideraba sus manifestaciones terrenales. Los egipcios creían que Horus otorgó a los faraones su poder y legitimidad para gobernar.
2. Protección: Horus era considerado una figura protectora y guardiana. A menudo se le representaba como un poderoso halcón, con sus alas extendidas simbolizando protección. Los egipcios creían que protegía al faraón y al pueblo de Egipto de cualquier daño.
3. Cielo y Sol: Horus estaba conectado con el cielo y el sol. A menudo se le representaba como un dios con cabeza de halcón, volando por los cielos y simbolizando el poder y el resplandor del sol. Los egipcios veían a Horus como la encarnación del sol de la mañana y el portador de luz y calor.
4. Curación: También se creía que Horus poseía habilidades curativas. En algunos mitos, se le asociaba con devolver la vista a los ciegos y curar a los enfermos. Los egipcios invocaban a Horus para protegerse contra las enfermedades y buscaban su ayuda en cuestiones de salud y bienestar.
5. Batalla y Victoria: Horus era un dios guerrero, a menudo asociado con la batalla y la victoria. Con frecuencia se le representaba como un guerrero poderoso y triunfante, que derrotaba a sus enemigos y superaba desafíos. Los egipcios pedían a Horus fuerza, coraje y protección en tiempos de conflicto.
6. Renacimiento y Regeneración: Horus estaba vinculado al concepto de renacimiento y regeneración. Se creía que había superado la muerte y había salido triunfante, simbolizando el ciclo eterno de vida y renovación. Los egipcios lo veían como un símbolo de esperanza e inmortalidad.
7. Orden y Justicia: Horus también estaba asociado con el orden, la justicia y el equilibrio cósmico. Se creía que defendía Ma'at, el concepto egipcio de verdad, justicia y armonía. Los egipcios lo consideraban un garante de la justicia y la rectitud.