Los diseños de los carteles de las tiendas variaban mucho, pero ciertas características eran comunes:
Representación Simbólica :Los carteles de las tiendas a menudo representaban los bienes o servicios ofrecidos por la tienda de manera simbólica. Por ejemplo, una panadería puede exhibir un letrero con una barra de pan o un panadero cargando una canasta con productos recién horneados. De manera similar, el letrero de un herrero podría mostrar un yunque o un par de tenazas.
Imágenes coloridas :Los carteles de las tiendas se pintaban con frecuencia en colores brillantes para llamar la atención de los transeúntes. El uso de tonos vivos como el rojo, el azul y el amarillo hizo que los carteles se destacaran, especialmente en el contexto de la arquitectura Tudor, que a menudo se caracterizaba por vigas de madera oscura y fachadas de piedra.
Letras :Si bien el analfabetismo prevalecía durante el período Tudor, muchos carteles de tiendas incluían letras para complementar las imágenes. Estas inscripciones solían ser breves pero informativas y a menudo indicaban el nombre de la empresa o del comerciante. Las letras podían ser elaboradas, con escrituras intrincadas y adornos decorativos.
Elementos tridimensionales :Muchos carteles de tiendas incorporaron elementos tridimensionales para mejorar su atractivo visual y hacerlos aún más visibles. Estos podrían incluir objetos como barriles, animales o herramientas asociados con el comercio específico. Estos elementos tridimensionales a menudo sobresalían de los escaparates, creando una sensación de dinamismo y atrayendo la atención de los clientes potenciales.
Los carteles de las tiendas eran una parte integral de las calles de los pueblos y ciudades Tudor, reflejando la vibrante vida comercial de la época. No sólo cumplían un propósito práctico sino que también aumentaban el encanto visual del paisaje urbano.