Superioridad tecnológica:los exploradores europeos poseían tecnologías militares avanzadas, como armas de fuego, cañones y armaduras metálicas, que eran mucho más efectivas que las armas y armaduras utilizadas por las poblaciones indígenas. Además, los europeos tenían herramientas de navegación superiores, como la brújula y el astrolabio, que les permitieron navegar por los vastos océanos y llegar a tierras distantes.
Desunión política:muchas de las sociedades indígenas estaban políticamente fragmentadas y carecían de un gobierno centralizado. Esto les dificultó unirse y resistir eficazmente a los invasores europeos. Los europeos, por otra parte, solían estar bien organizados y disciplinados, lo que les daba ventaja en los conflictos militares.
Diferencias culturales:algunas culturas indígenas tenían creencias y costumbres que las hacían más vulnerables a la conquista. Por ejemplo, algunas sociedades dieron gran importancia a la hospitalidad y dieron la bienvenida a los exploradores, sin darse cuenta de sus intenciones. Los europeos podrían aprovechar esta confianza para afianzarse y ejercer influencia.
Enfermedad:Los exploradores europeos también trajeron consigo, sin querer, enfermedades contra las que las poblaciones indígenas no tenían inmunidad, como la viruela, el sarampión y la gripe. Estas enfermedades se propagaron rápidamente y diezmaron a las poblaciones nativas, debilitando su capacidad para resistir a los invasores.
Factores económicos:el deseo de recursos y oportunidades comerciales motivó a muchos exploradores europeos. Las sociedades indígenas que poseían recursos valiosos, como oro, plata y especias, se convirtieron en blanco de colonización y explotación. Los europeos utilizaron su tecnología superior y su poder militar para hacerse con el control de estos recursos y establecer rutas comerciales.