- Estas viviendas solían estar situadas en el campo, alejadas del bullicio de la ciudad.
- Estaban rodeadas de hermosos jardines y fuentes, y a menudo tenían sus propios baños y piscinas.
- Los interiores de estas casas estaban profusamente decorados con frescos, mosaicos y esculturas.
Los romanos ricos también disfrutaban de una variedad de otros lujos:
- Comían dietas ricas y variadas, incluyendo delicias como ostras, caracoles y lirones.
- Llevaban ropa costosa hecha de tejidos finos como seda y lana.
- Disfrutaban asistiendo al teatro, al circo y otras formas de entretenimiento.
- Viajaron mucho por todo el Imperio Romano y más allá.
En resumen, los romanos ricos vivían vidas muy cómodas y lujosas. Tenían acceso a lo mejor que el mundo antiguo tenía para ofrecer.