Objetivo principal de la guerra:
1. Reclamación al trono francés: La guerra comenzó cuando Eduardo III de Inglaterra, que tenía derecho al trono francés a través de su madre, Isabel de Francia, cuestionó la legitimidad del gobierno de Felipe VI en Francia.
2. Control sobre territorios: Inglaterra intentó conservar sus posesiones en Francia, incluido el ducado de Aquitania y el condado de Ponthieu, que había controlado durante varios siglos.
3. Intereses económicos: Tanto Inglaterra como Francia competían por el control de las rutas comerciales y los recursos, particularmente en la industria de la lana, que era vital para las economías de ambos países.
4. Luchas dinásticas: La guerra también involucró luchas de poder dentro de las familias reales de ambos países, con pretendientes rivales al trono que buscaban asegurar sus posiciones y expandir sus territorios.
5. Nacionalismo: A medida que avanzaba la guerra, se vio cada vez más impulsada por sentimientos nacionalistas, y tanto Inglaterra como Francia desarrollaron un sentido de identidad y orgullo nacional que alimentó su deseo de victoria.
La guerra tuvo un profundo impacto tanto en Inglaterra como en Francia, causando importantes pérdidas de vidas, trastornos sociales y económicos y agitación política. En última instancia, terminó con la victoria de los franceses, consolidando su control sobre la mayoría de sus territorios y estableciendo la dinastía Valois como la familia gobernante de Francia.