Descubrimientos arqueológicos

El Jinete Tracio, la deidad que inspiró la representación ecuestre de San Jorge

Recientemente, arqueólogos búlgaros encontraron dos nuevas tablillas votivas que representan al Jinete Tracio en la antigua ciudad bizantina de Abritus, en el noreste del país. Son los últimos de muchos descubrimientos relacionados con esta deidad indígena, cuyo carácter y función aún no están claros, a pesar de la abundancia de descubrimientos. En lo que coinciden los investigadores es en que la iconografía del jinete fue cristianizada para dar lugar a la representación ecuestre de San Jorge.

El jinete tracio Fue representado como un guerrero armado a caballo del que se han encontrado más de 2.500 ejemplos en relieves y estelas conmemorativas, principalmente de las épocas helenística y romana. Se trata de uno de los primeros testimonios de la religión tracia, un culto local que con el tiempo caería bajo influencia griega y romana. Esto se desprende de las inscripciones en latín, que denotan el origen tracio de los militares romanos que las dedicaron.

El Jinete Tracio, la deidad que inspiró la representación ecuestre de San Jorge

Suele aparecer representado en escenas de caza, o simplemente en movimiento, en algunas incluso frente a una especie de altar donde hay un árbol rodeado por una serpiente, una o varias mujeres que podrían ser sacerdotisas o diosas, y animales para sacrificio. En ocasiones el jinete lleva una lanza y va acompañado de un perro.

Algunos investigadores ven en estas figuras femeninas referencias a Cibeles y Atis, diosas de Asia Menor emparentadas con los frigios, con quienes los tracios pudieron haber tenido estrechos contactos durante el segundo y primer milenio a.C. Esta conexión se confirma en una inscripción votiva griega encontrada en la isla de Tasos, que menciona al jinete Cibeles y a la diosa asiria Atargatis, llamada Derceto por los griegos.

Este Derceto era una diosa-sirena, representada con cuerpo de pez y cabeza, brazos y pecho de mujer, que a veces se confundía con Dagón, un dios filisteo masculino de apariencia similar, y que se conoce por Luciano de Samosata y Apuleyo también era adorada en Tracia.

El Jinete Tracio, la deidad que inspiró la representación ecuestre de San Jorge

Los descubrimientos de relieves de jinetes tracios se extienden por los Balcanes orientales, la antigua Macedonia e incluso ciudades griegas del Mar Negro como Apollonia Pontica (actual Sozopol), Mesambria (actual Nesebar) y Odesus (actual Varna). Los pocos ejemplares encontrados en los alrededores se explican por el hecho de que allí podrían haber estado apostados soldados romanos de origen tracio.

Los primeros relieves fechados son los de la costa occidental del Mar Negro y la costa norte del Egeo, que pertenecerían al periodo prehelénico (siglo III a.C.), mientras que los encontrados en el interior son ya de mediados del siglo III. Siglo II, y los más recientes se extienden hasta el siglo III d.C. Algunos investigadores piensan que el origen de la iconografía puede estar relacionado con Reso, el rey tracio mencionado en la Ilíada.

El Jinete Tracio, la deidad que inspiró la representación ecuestre de San Jorge

Uno de los últimos ejemplos que se ha relacionado con la iconografía del jinete es el Caballero de Madara, un relieve medieval temprano fechado alrededor del año 710, tallado en la roca de la meseta de Madara en el noreste de Bulgaria. Está situada a 23 metros de altura en la pared de un acantilado casi vertical, y representa a un caballero acompañado de un perro, clavando su lanza a un león. Los arqueólogos creen que se trata de un retrato del Khan Tervel búlgaro.

Inscripciones encontradas en Rumanía identifican al Jinete Tracio con Héroes (alternativamente llamado Eros, Eron, Herros o Herron), que parece ser un nombre propio y no un título relacionado con el culto al héroe griego. La península antártica de Heros lleva el nombre del jinete tracio.

El Jinete Tracio sobrevivió en el arte cristiano, donde su iconografía se aplicó a diferentes santos como San Demetrio de Tesalónica, San Menas y San Jorge, todos ellos representados como guerreros a caballo.