- El bronce, una aleación compuesta principalmente de cobre y estaño, presenta una durabilidad notable. Este atributo, combinado con su resistencia a la corrosión, permite que los artefactos de bronce duren períodos prolongados.
Las prácticas funerarias jugaron un papel importante en su preservación
- Las civilizaciones antiguas a menudo enterraban objetos de bronce junto a sus difuntos, tratándolos como posesiones valiosas que deberían acompañar a las personas en el más allá. El entorno protector proporcionado por la Tierra protegió a estos objetos de la exposición a elementos hostiles, lo que ralentizó su deterioro.
Los climas áridos contribuyeron aún más a su conservación
- Los objetos enterrados en ambientes áridos son menos susceptibles a los efectos corrosivos de la humedad. Por ejemplo, el clima extremadamente seco de Egipto ha contribuido significativamente a la preservación excepcional de los antiguos artefactos de bronce encontrados en la región.
La reciclabilidad del bronce también contribuyó a su supervivencia.
- En tiempos de escasez o desafíos económicos, los objetos de bronce podrían reutilizarse y fundirse para crear nuevos artefactos, como herramientas o armas, en lugar de desecharse.