Descubrimientos arqueológicos

¿Por qué se forman las cuevas?

Las cuevas se forman debido al proceso de meteorización y erosión. La meteorización es el proceso por el cual las rocas en o cerca de la superficie de la Tierra se alteran en respuesta a variaciones de temperatura, humedad atmosférica y la presencia o ausencia de agua. También puede ocurrir por la acción de organismos vivos, como líquenes, hongos y plantas que liberan ácidos y otras sustancias capaces de degradar las rocas.

Una vez erosionadas, las partículas de la roca se eliminan mediante el proceso de erosión. Los agentes de erosión más comunes son el agua y el viento. El agua corriente, en particular, puede penetrar profundamente en la superficie de la Tierra y es responsable de la mayor parte de la formación de cuevas.

Las cuevas se forman más comúnmente en rocas solubles, como piedra caliza, yeso y sal. Estas rocas se disuelven lentamente en agua que contiene ácidos débiles, como los que se encuentran en el agua de lluvia y el agua subterránea. El agua se filtra por las grietas y hendiduras de la roca y comienza a disolver los minerales que mantienen unida la roca. Con el tiempo, las grietas se hacen cada vez más grandes hasta que se forma una cueva.

El proceso de formación de cuevas está en curso y las cuevas continúan creciendo y cambiando con el tiempo. A medida que el agua continúa disolviendo la roca, se crean nuevos pasajes y cámaras, y los pasajes existentes se vuelven más anchos y altos. Las cuevas también pueden colapsar, creando nuevas entradas o bloqueando las existentes.

Se pueden encontrar cuevas en todo el mundo, pero son más comunes en zonas con mucha lluvia y roca soluble. Algunas de las cuevas más famosas del mundo incluyen las Cavernas de Carlsbad en Nuevo México, la Cueva Mammoth en Kentucky y la Cueva Reed Flute en China.